Con el paso del tiempo el papel que ha representado la mujer dentro de nuestra sociedad se ha reflejado que están al margen de los ámbitos sociales, culturales, económicos y políticos. Sin embargo, en pleno siglo XXI aun se continúa reflejando que, la igualdad no es absoluta, ni se da en todos los sentidos, como lo podemos ver en el racismo, la desigualdad económica, actividades laborares, domesticas, sociales y políticas.
La equidad de género debe iniciar desde la infancia, dentro del seno familiar y educativo, al otorgar los mismos roles y condiciones para los niños y las niñas; sería importante romper con las costumbres y tradiciones como el paternalismo, que ha hecho un gran daño a nuestra sociedad.
Por otro lado, el compromiso para lograr la igualdad de género no debe ser solamente de las autoridades, instituciones, organismos públicos o descentralizados; debe ser un compromiso compartido, pues sólo visto desde esta perspectiva, nuestra sociedad trascenderá en todos los sentidos.
Cabe mencionar, que la equidad de género, así como el derecho de la mujer, no debe ser festejado solamente como un día en el calendario, sino como una conmemoración de todos los días para preservar y dignificar los derechos de los seres humanos.
Finalmente, la equidad de género se resume como el trato justo y la participación igualitaria entre ambos sexos, dejando en al olvido la desigualdad en todos los ámbitos.