Un grupo de químicos ha creado un diminuto generador de gas hidrógeno que, según dicen, puede integrarse en el contenedor compacto de una célula de combustible. Este generador podría suministrar energía durante mucho más tiempo a los dispositivos electrónicos portátiles, de tres a cinco veces más que las baterías convencionales del mismo tamaño y peso.
El generador, creado en el Instituto de Biodiseño de la Universidad Estatal de Arizona, emplea una solución especial que contiene borohidruro, un compuesto alcalino que tiene una capacidad extraordinariamente alta para almacenar hidrógeno. El hidrógeno es un elemento clave utilizado por las células de combustible para generar electricidad. En los estudios de laboratorio, los dispositivos prototipo han sido usados para proporcionar energía de modo sostenido a bombillas, una radio y un reproductor de DVD.
El sistema de la célula puede envasarse en contenedores del mismo tamaño y peso que las baterías convencionales, y el sistema se recarga de combustible con facilidad.
Como una mayor producción de hidrógeno se traduce en más energía y en una vida más larga de la batería, uno de los desafíos en el desarrollo de células de combustible consiste en aumentar al máximo la concentración de hidrógeno en la fuente de combustible.
Se han explorado muchas fuentes diferentes de hidrógeno para su uso en las células de combustible. Recientemente, el borohidruro ha demostrado ser prometedor como una solución segura para el almacenamiento de hidrógeno con alta densidad de energía. Al contrario de otras fuentes de combustible, el borohidruro opera a temperatura ambiente y no requiere de altas temperaturas para liberar el hidrógeno.
Usando nuevos aditivos químicos, el director del estudio, Don Gervasio, profesor del Centro de Nanobiociencias Aplicadas del instituto, y sus colaboradores, trabajan actualmente en una forma de aumentar entre dos y tres veces la capacidad de almacenamiento de hidrógeno útil en la solución de borohidruro, con respecto a la capacidad de las soluciones acuosas simples de borohidruro de sodio que están siendo exploradas para el desarrollo de células de combustible.
En presencia del catalizador, el borohidruro en la solución acuosa reacciona para formar el hidrógeno gaseoso. El hidrógeno se combina entonces con el oxígeno dentro de la célula de combustible para generar electricidad que puede usarse para alimentar un equipo electrónico portátil.
El subproducto de la reacción es una solución acuosa no tóxica, cuyos restos quedan atrapados y seguros dentro del contenedor de la célula de combustible.
Aunque la batería genera calor, generalmente no alcanza temperaturas más altas que la del cuerpo. Y como el hidrógeno generado por el dispositivo se iguala con el consumido, no hay gas hidrógeno libre durante la generación de energía, haciendo segura la célula de combustible.
Aunque la célula de combustible en sí misma es reutilizable y no necesita ser recargada, el borohidruro combustible se acaba agotando. La célula de combustible puede rejuvenecerse de manera simple y rápida agregando un nuevo cartucho de borohidruro.
Si bien el prototipo de la célula de combustible es del tamaño de una caja de zapatos, puede reducirse fácilmente al tamaño y peso de una pequeña batería convencional.
Su comercialización podría comenzar dentro de entre tres y cinco años.
Información adicional en: http://www.asu.edu/news/stories/200609/20060922_battery.htm