Un nuevo estudio de visualización del interior del cerebro muestra que cuando aprendemos una nueva acción asociada a sonidos, el cerebro establece enlaces rápidamente entre las regiones responsables de la realización de tal acción y aquellas asociadas al sonido. Los hallazgos pueden contribuir a comprender cómo adquirimos el lenguaje y cómo pensamos en acciones cuando sólo escuchamos los sonidos asociados a las mismas.
El estudio ha sido realizado por Amir Lahav y Gottfried Schlaug, del departamento de neurología en el Centro Médico BIDMC y la Academia de Medicina de Harvard. El hallazgo ayudará a comprender muchos procesos complejos, tales como el habla y la habilidad para tocar música, y podría impulsar la investigación en estrategias de rehabilitación empleando tareas de sonido y movimiento.
Los autores también sugieren que los resultados de su estudio aportan evidencias de la existencia de un sistema de neuronas espejo en los humanos. Las neuronas espejo, que fueron descritas por vez primera en los monos, están activas no sólo cuando el mono realiza alguna acción, sino también cuando ve a otros realizar la misma acción, o escucha los sonidos asociados a esta acción. Algunos científicos debaten su existencia y función en los seres humanos.
Los investigadores enseñaron a nueve sujetos sin entrenamiento musical previo a tocar una canción de 24 segundos de duración, con cinco notas, en un teclado. Entonces, fueron sometidos a una exploración con resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI) mientras escuchaban la canción que habían aprendido, una canción diferente usando las mismas cinco notas, y una tercera canción compuesta con notas adicionales.
Cuando los sujetos escucharon la música con la cual estaban familiarizados, sus cerebros mostraron actividad en una red de áreas en los lóbulos frontal y parietal, que están involucradas en el control de movimientos. Los autores señalan que el área de Broca, el equivalente humano del área cerebral donde las neuronas espejo se localizan en los monos, estuvo particularmente activa cuando los sujetos escucharon la música que sabían interpretar, en comparación con música igualmente familiar pero que no habían aprendido a tocar en el teclado. Los circuitos de neuronas espejo parecen codificar y reflejar plantillas para acciones específicas. Esto puede permitirnos comprender actos motores cuando los observamos o escuchamos, sin necesidad de un razonamiento explícito acerca de ello. Los autores también sugieren que las funciones relacionadas con sonidos de un sistema de neuronas espejo pudieron ser desarrolladas por razones de supervivencia, permitiéndonos comprender acciones incluso cuando no podían ser observadas, sólo escuchadas, como cuando escuchamos pasos en la oscuridad.
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