Unos investigadores de la Universidad de Newcastle creen haber resuelto un misterio que ha intrigado a los científicos evolucionistas durante muchos años. Si los genes "buenos" se difunden por toda la población, ¿por qué los individuos somos tan diferentes?
La paradoja de que las especies de selección sexual como los humanos deberían tener mucha menor individualidad de la que muestran en realidad, ha sido aprovechada por los creacionistas como un argumento de que la teoría de Darwin está errada en su mayor parte.
El problema con la teoría evolucionista actual es que si las hembras seleccionan a los machos
más atractivos, los genes responsables de las características atractivas deberían propagarse rápidamente por toda la población, resultando ello en machos equitativamente atractivos, hasta
el punto de que la selección sexual no tendría ya lugar.
Sin embargo, una nueva investigación desarrollada por la profesora Marion Petrie y el Dr. Gilbert Roberts, del Grupo de Investigación sobre Evolución y Comportamiento en la Universidad de Newcastle, sugiere que la selección sexual de hecho puede causar una diversidad genética mayor a través de un mecanismo ignorado hasta ahora.
La profesora Petrie teorizó que, dado que las mutaciones genéticas pueden producirse en cualquier lugar del genoma, algunas afectarían al sistema genético de reparación del ADN presente en todas las células. Como resultado, algunos individuos tendrían sistemas de reparación menos eficientes, lo que resultaría en una mayor variación en su ADN a medida que estos daños se produjesen y no fueran reparados.
Aunque el ADN no corregido es generalmente dañino (causa la degeneración de los tejidos o el
desarrollo de cáncer), es útil en algunas partes del genoma, como por ejemplo en las que son
responsables de defensas contra enfermedades, actividad en la cual las variaciones pueden
ayudar a la resistencia frente a la enfermedad.
Es un hecho reconocido que una mayor variación del ADN en las regiones de defensa contra las enfermedades, hace más probable que el individuo pueda resistir ataques de bacterias y virus.
Empleando un modelo informático para representar la difusión de los genes en una población, la profesora Petrie demostró que la tendencia hacia la reducción en la diversidad genética causada por la selección sexual es sobrepasada por el mantenimiento de una mayor diversidad genética generada por mutaciones que afectan a las reparaciones del ADN.
Petrie y sus colegas comenzaron esta investigación diez años atrás, y su modelo ha producido ahora resultados que encajan muy bien con lo que los científicos observan en términos de variación genética. Esta concordancia les ha conducido a creer que su teoría es correcta. La
selección sexual puede promover la diversidad genética a pesar de que cabría esperar lo contrario.
En el 2005, la profesora Petrie y sus colegas demostraron que los hombres con mayor diversidad genética en las regiones del genoma dedicadas a la defensa contra enfermedades, y que por ende tienen mayores posibilidades de transmitir a sus descendientes una buena capacidad de resistencia a enfermedades, tienen una serie de características físicas que las mujeres encuentran atractivas. La investigación incluyó análisis a hombres acerca de su diversidad genética, y la presentación de fotografías de estos hombres a mujeres, quienes les asignaron puntuaciones según su atractivo físico. Estas puntuaciones se correlacionaron fuertemente con la diversidad genética.
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