La Asociación Mexicana de Bibliotecarios, A.C. (AMBAC) apoyando la propuesta del Senador Wadi Amar Shabshab al Senado de la República, el pasado mes de abril del 2004 propusieron la inclusión del día 20 de julio en el calendario cívico del “Día Nacional del Bibliotecario”
Dicha propuesta fue aceptada y partir del 2004, en México se celebra a los bibliotecarios del país, con el objetivo de dar reconocimiento a la labor de este personaje que tiene el arquetipo de guardianes de libros.
Tradicionalmente el bibliotecario se caracteriza por realizar actividades tales como: seleccionar, adquirir, catalogar, clasificar, y difundir la documentación, trabajando principalmente con material en formato impreso. Su formación se centraba más en el procesamiento técnico y en conservar la colección mas que difundirla.
El bibliotecario tradicional era autodidacta por falta de enseñanzas oficiales, un conservador y un coleccionista, pero la llegada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a nuestra sociedad, suponen un cambio radical en el concepto del bibliotecario actual.
En la actualidad el perfil del profesional bibliotecológico ha evolucionado en consonancia con el desarrollo científico-técnico de la sociedad, su “imagen” se ha transformado, ahora es un profesional de la información, y su nombre toma distintas denominaciones: bibliotecólogo, gestor de información, gestor del capital intelectual, infonomista, ingeniero de información y mediador de información entre otras acepciones.
Por lo tanto debe trabajar en forma interdisciplinaria, con los otros profesionales que forman parte de la organización, aportando sus conocimientos de organización y gestión de los recursos informativos.
El bibliotecólogo en la actualidad debe adquirir nuevas habilidades conocimientos, y cualidades personales que le permitan adaptarse a las nuevas tecnologías y hacer frente a la nueva realidad, que se presenta, para una práctica profesional acorde a las necesidades que requiere la sociedad moderna.
Para cerrar este artículo, podemos decir, que el nuevo perfil profesional del bibliotecólogo que brindan las Escuelas de Bibliotecología tienen que responder a la exigencias del mercado de trabajo y satisfacer de la mejor forma las necesidades emergentes del mercado de información.